“Estabilidad, Progreso y Futuro para el Perú”
El último Mensaje a la Nación de la presidenta Dina Boluarte, pronunciado el 28 de julio de 2025, revela una preocupante estrategia de consolidación simbólica del poder, revestida de una retórica tecnocrática y de estabilidad, pero sin una autocrítica real ni señales claras de transición democrática. Aunque el discurso fue titulado “Estabilidad, Progreso y Futuro para el Perú”, su contenido demuestra más bien un intento de supervivencia política en un escenario de fuerte aislamiento institucional.
Uno de los aspectos más cuestionables fue la omisión deliberada de más de 10 páginas del texto oficial, entre ellas el compromiso explícito de entregar el poder el 28 de julio de 2026. Esta omisión —sin explicación alguna durante la alocución— resulta políticamente sospechosa y constitucionalmente delicada, pues mina la confianza sobre el respeto del plazo presidencial y el principio de alternancia democrática (artículo 112 de la Constitución del Perú).
El discurso también exhibe una narrativa confrontacional hacia el sistema de justicia. La mandataria criticó a fiscales y jueces, a quienes acusó de “persecución política con motivaciones ideológicas”. Esta línea no es nueva, pero cobra mayor gravedad en el contexto de investigaciones que alcanzan a su entorno político. La insinuación de una reforma al sistema de justicia —y particularmente al funcionamiento de la Junta Nacional de Justicia— podría encubrir un interés en desplazar a los órganos autónomos de control, afectando la separación de poderes.
En cuanto al balance económico y social, si bien se anunciaron datos positivos (crecimiento del 3.1 %, impulso minero, expansión de programas sociales), la carencia de verificabilidad independiente y la ausencia de indicadores de impacto concreto refuerzan la percepción de un discurso inflado, más dirigido a sostener una narrativa que a rendir cuentas.
El aspecto más llamativo, sin embargo, fue la escasa presencia parlamentaria: apenas unos 30 congresistas estuvieron presentes, reflejando el colapso del vínculo político entre el Ejecutivo y el Legislativo. Esta ausencia no solo le resta legitimidad simbólica al mensaje presidencial, sino que expone el agotamiento del régimen de gobernabilidad sin representación real, a lo que se suma la nula convocatoria ciudadana en calles o espacios públicos.
MENSAJE A LA NACIÓN
«ESTABILIDAD, PROGRESO Y FUTURO PARA EL PERÚ»
PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA
DINA ERCILIA BOLUARTE ZEGARRA
28 DE JULIO DEL 2025
Señor presidente del Congreso de la República;
Señoras y señores congresistas, representantes de los poderes e instituciones del Estado distinguidas autoridades políticas, militares y eclesiásticas, representantes del cuerpo diplomático acreditado en el Perú.
Ilustres invitados, queridos compatriotas:
28 de julio, fecha que todos los peruanos llevamos en nuestro corazón y que es tan significativa para nuestra nación, me dirijo a la representación nacional y al país, al amparo de la memoria histórica y el espíritu de unidad en la diversidad que ha forjado nuestra identidad, para celebrar nuestro aniversario patrio y, cumpliendo el mandato constitucional, informar sobre la gestión de gobierno, los avances conseguidos, las lecciones aprendidas y las metas que nos hemos trazado con determinación y visión de futuro.
Cada 28 de julio, recordamos y rendimos homenaje a los héroes y heroínas que, a lo largo de nuestra historia, hicieron posible nuestra independencia, autonomía y libertad; a los precursores que sembraron la semilla del ideal republicano; a los próceres que lucharon en los campos de batalla.
Recordamos y rendimos homenaje también al pueblo valiente que, generación tras generación, imbuido del ideal del progreso de sus familias y de todo el perú con coraje, sacrificio, espíritu resiliente, optimismo y fe, decidió continuar la batalla para hacer del perú una patria próspera, construyendo un país de gran e imperativo destino histórico pues está seguro que nuestro país posee un pasado milenario en el que se forjaron grandes civilizaciones, extensos imperios regionales y transandinos que han forjado nuestro carácter y nuestro destino que debe ser grande como fue su pasado inspirador.
Somos herederos de Caral, la ciudad más antigua de américa y una de las más antiguas del mundo, construida hace más de 5 mil años.
Somos herederos de la civilización chavín, el imperio regional Huari, de los huancas, los chancas, los chachapoyas, los Moche, Chimú, Tiahuanaco y tantos otros reinos e imperios regionales que, finalmente, dieron vida a una de las siete civilizaciones más importantes del mundo, el imperio de los incas.
[Continúa…]